El Fútbol Club Barcelona visitaba Old Trafford en busca de la clasificación para los Octavos de Final de la UEFA Europa League tras eL 2 a 2 del partido de ida en el Camp Nou.
Xavi Hernández sorprendía con su alineación colocando a Sergi Roberto acompañando a Lewandowski y a Raphinha en la delantera y dando entrada a Kessie en el lugar del sancionado Gavi.
Por su parte, Ten Hag repetía el once que salió de inicio en el partido de ida en el Camp Nou, solo con el cambio en defensa de Lisandro Martínez en lugar de Malacia.
El inicio del partido fue eléctrico, con llegadas en ambas áreas y los porteros como protagonistas, se veía la primera ocasión en el minuto 2 con un remate de Casemiro que atajó Ter Stegen. Balde estaba siendo un quebradero de cabeza para la banda derecha red y cuando corría el minuto 15, Bruno Fernandes lo agarró del brazo dentro del área y el colegiado no dudó en señalar la pena máxima, que convertiría con suspense Lewandowski ya que el balón entró tras rebotar en el palo después de que De Gea haya adivinado la dirección del disparo. A partir de ese momento, los azulgranas empezaron a ser superiores en el juego y conseguían llegar al área con facilidad. Una de las más claras fue tras un robo de Sergi Roberto en una mala entrega de De Gea que ni el jugador catalán ni posteriormente Kessie aprovecharían. El tramo final de la primera parte lució como un partido de voleibol, ya que ninguno de los dos equipos conseguía mantener el balón en el suelo y se dieron un intercambio de golpes, la más clara por parte de Fred que casi sorprende la portería de Ter Stegen.

En la reanudación, la entrada de Anthony en banda derecha sustituyendo a Weghorst obligó a Balde a estar más centrado en defensa y perder recorrido en ataque. El Manchester United salió con un ritmo altísimo, ahogando la salida de balón culé y consiguiendo robar en zonas peligrosas. Apenas se habían jugado dos minutos de la segunda parte cuando Fred sorprendió a Ter Stegen con un disparo desde la frontal para igualar el partido y el marcador global. Tocaba empezar de nuevo y el Barça no reaccionó. La entrada de Garnacho por Sancho, que no estaba teniendo su mejor partido, revolucionó el partido y aprovechó los espacios que dejaba una defensa del Barça cada vez más descolocada, haciendo gala de su velocidad y desparpajo. Eran los peores minutos de los azulgrana, que veían como el Manchester le generaba peligro con facilidad. Fue en el minuto 73 cuando Antonhy definió con su pierna izquierda aprovechando un balón que le llegó dentro del área tras varios rebotes para poner el 2 a 1 definitivo que colocaba a su equipo por delante en el marcador y en la eliminatoria. A partir de ese momento, los locales decidieron jugar lo mínimo posible, perdiendo una gran cantidad de tiempo cada vez que podían y consiguiendo desesperar a los aficionados del Barcelona que se habían desplazado a Inglaterra.

El Barça ya estaba muerto y ni la entrada de Ferran ni la de Ansu lograron dar algo de vida a los visitantes. Un paradón de De Gea tras un gran remate de cabeza de Koundé disipaba las esperanzas culés de igualar el encuentro y el árbitro pitó el final del partido tras solo cinco minutos de añadido, claramente insuficientes tras los cambios y los parones que ha habido en el tramo final del partido.
Con este resultado, el Fútbol Club Barcelona vuelve a caer eliminado de una competición europea en una etapa temprana y con ello se vuelve a poner en duda el proyecto de Xavi, que se va de Europa habiendo jugado 6 partidos con 12 goles encajados y solo habiendo conseguido ganar al Viktoria Plzen.
